El robot de KUKA sirve bombones de chocolate en Zotter

Más de 270 000 visitantes se acercan cada año al mundo de las experiencias de la fábrica de chocolate Zotter, dirigida por el director general, Josef Zotter. Desde marzo de 2019, este mundo del chocolate en Bergl, cerca de Riegersburg (Austria), cuenta con una nueva atracción: el primer robot chocolatero del mundo de KUKA hace las delicias de grandes y pequeños y sirve chocolate y bombones a los invitados según su gusto personal. "Para nosotros, el factor de diversión era primordial", comenta Zotter. "Queríamos hacer tangible la robótica de vanguardia para todos". Pero también entre bastidores, concretamente en la producción, dos robots KUKA trabajan desde 2017 en la transformación del chocolate en bombones o tabletas, manipulando con extrema precisión la masa cruda sensible a la temperatura.

Desde azafrán y pistacho hasta coco rosa y goma con sabor a pescado: Fundada en 1987, la fábrica de chocolate Zotter cuenta ahora con más de 500 tipos de chocolate en su gama, así como con un centro en Shanghái y otro en Estados Unidos, y cuenta con más de 200 empleados: Entre ellos, se encuentran ahora tres robots KUKA. Dos de los robots se encargan de procesar el chocolate líquido en la planta de producción de Bergl (Austria). En la sede de Austria se emplean los robots KUKA del tipo KR AGILUS. ¿Por qué? Se han desarrollado especialmente para procesos de trabajo precisos y específicos en el rango de cargas bajas. Precisamente las cualidades que son necesarias cuando se trata de chocolate. La artesanía tradicional debe fundirse con la robótica más moderna. El reto especial: la manipulación de la delicada masa bruta, que reacciona sensiblemente a cualquier fluctuación de temperatura. Los KR AGILUS compactos se han adaptado exactamente a la secuencia de trabajo y dominan esta tarea a la perfección. 

Josef Zotter apuesta también por el trabajo manual tradicional, pero quiere ampliar sus posibilidades con el uso de los robots KUKA. El impulso para dar este paso no se debe a la búsqueda de una mayor eficiencia o al deseo de reducir puestos de trabajo, sino todo lo contrario: Desde la integración de robots, Zotter incluso ha contratado nuevos empleados. La decisión a favor del robot radica en la precisión, que no se puede conseguir a mano. "El KR AGILUS trabaja con precisión en centésimas de milímetros. Esto garantiza una alta calidad constante, incluso para el centésimo bombón producido". Otra ventaja es la flexibilidad. Se pueden producir varias variedades en muy poco tiempo. Y Zotter piensa más allá. En el futuro, le gustaría producir chocolate completamente individualizado, en el espíritu de la Industria 4.0. A partir de los datos recogidos de los clientes, se crearán bombones que tengan en cuenta los deseos individuales de los clientes: Incluidas las intolerancias como la de la fructosa u otras alergias.